miércoles, 12 de enero de 2011

Ladrones horrorizados denuncian robos!!!

A propósito de las denuncias que aparecen en la prensa Mexicana por robos de cárteles a mineras y robos de mineras (Canadienses)


Por Manuel Rozental, 17 de octubre, 2010


"Ladŕón que roba a ladrón tiene mil años de perdón". Es un viejo refrán popular que todas y todos conocemos.

En Primer lugar, este fenómeno que se denuncia del "robo" a las mineras (Canadienses), por fin hace público un mínimo de un fenómeno de unas dimensiones globales inmensas y que no afectan únicamente la industria extractiva, sino absolutamente todos los sectores de la economía, incluída la economía del narcotráficao (y el de armas, prostitución, pornografía, lavado de dinero, etc.). De fondo está lo que conocemos, el principio de todo esto: el dinero es poder y el poder es dinero. Ergo: es legítimo robar. Si esto es así, pues que sea legítimo robarle a unos y no a otros no cabe en la ética, en la moral ni en la lógica del ladrón, ni en la dinámica del robar.

Pero ahí se le complica el asunto al robado, porque resulta, como lo reflejan las "noticias" (ver abajo), que también son ladrones reconocidísimos quienes se quejan de ser víctimas del robo de minerales expropiados (lo que llaman extraídos para encubrir y legalizar el delito).
Más aún. Unos denominan cárteles a los otros de manera peyorativa e insultante. Así no se puede, protesto. Como dicen tomando el té las señoras de antes: "No hay derecho caray!". ¿Cómo así que son cárteles las mafias de narcotraficantes que se organizan para robar lo ya extraído en carreteras y de allí en adelante ponen todo su aparato de transporte, transformación, comercio, exportación, importación, lavado y legalización, generando empleo para muchas y muchos (maquilitas y asesinos, pero bueno, como dicen los Gobiernos y el sistema "hay que ser realistas y aprovechar las oportunidades de empleo que brinda el mercado")?. No señor. Eso si que no. Es injusto que señalen como cárteles (implicando criminales y delincuentes) a unos, mientras que los que los señalan, o sea las propias corporaciones transnacionales y sus gobiernos, sus medios, sus industrias, sus juntas directivas, sus empleados (maquilitas, y asesinos en uniformes de militar de Estados, pero también de para-militares y otras diversificaciones, pero bueno, como dicen los Gobiernos y el sistema "hay que ser realistas y aprovechar las oportunidades de empleo que brinda el mercado") también son cárteles y ladrones, solo que no los llaman así.

Pero no crean que estoy denunciando la injusticia contra los que son señalados como cárteles. De ninguna manera. Se equivocan. Eso sería una injusticia de mi parte y uno tiene límites, por Dios! No, lo que yo denuncio y a gritos, horrorizado y listo a movilizarnos es que no se les reconozca (después de tantos siglos de esfuerzo y tecnificación y acumulación despiadada y de mentiras y encubrimientos y medios y estadistas y absolutamente todo) a las transnacionales y sus aparatos como cárteles. Que el poder ha sido de cárteles y que esta es una pelea, claro, sin duda, pero entre iguales, o no tanto, porque hay tiburones y zancudos, pero eso sí, son de los mismos. Porque conseguir ser de los mismos a fuerza de ejercer la codicia, ha costado trabajo, para que ahora le hagan mención de honor solamente a los de afuera, a los recién llegados, a los aparecidos.

Mafias, con el perdón de las damas. Mafias perversas, asesinas, mentirosas, tramposas, criminales y sin ningún límite. Mafias organizadas (temporalmente) por el honor y la lealtad consecuentes para que haya unos adentro y otros afuera y alianzas y reglas que se obedecen a sangre y fuego, con silencio y encubrimientos para robar, enriquecerse, encubrir y someter.


Lo que hay en las notas "noticiosas" es el nuevo sistema mundo. Jerárquico, vertical, autoritario y cuyo principal capital es la violencia brutal. Hay noticias de las guerras entre mafias eternas, permanentes, interminables, para robarse entre sí y ponerse de acuerdo para robarnos todo. Lo demás, son medios para justificar, legitimar y realizar los robos. Si la transnacional minera Canadiense se roba el oro y hace las leyes para poder exhibir que es legal (se llama Libre Comercio, desarrollo, progreso y otras pendejadas que ya lo aburren a uno), si cuando la gente y las leyes se oponen, pues de todas maneras roban y matan así no sea legal, qué vienen a señalar a otros como ladrones. Tocó decir otra vez: "No hay derecho caray!"

Todo esto es el progreso que la gente se niega a reconocer en su ignorancia. Por fin, los de abajo y los de arriba se encuentran. A veces hacen acuerdos y las mafias de adentro y las de afuera, ocupan Gobiernos y acceden al Estado. Allí transnacionales suman su saber al del sector financiero y se articulan con la amplia experiencia y capacidad de narcos y otras mafias y en su conjunto roban por vía legal e ilegal además de legalizar el robo según convenga. Bien sabido es que un producto ilegalizado, tiene mayor demanda y precio en el mercado que uno legalizado. Sería una inmoralidad legalizarlo y afectar el negocio y la ganancia de esta manera. Por eso ya aparecen mafiosos de los de afuera, entre los más ricos del Forbes. ¿Acaso cuando cuestionaron al director de la revista las damas moralistas (que incluyen muchos caballeros ilustres y de los otros) por poner un mafioso asesino entre los más ricos (el caballero "Chapo Guzmán", de México, como el mismísimo compatriota y colega del primer lugar, don Carlos Slim, orgullo de México que ya no se agacha; adivinaron), no respondió en una muestra de esa honestidad desvergonzada y directa de los gringos que el hace una lista de los más ricos sin importar de donde saquen la plata?

La mafiosidad es una cultura, como bien lo ha entendido LIBERA en Italia, en su lucha contra esta. El Padre Tonio Del'Ollio, recuerda que de Italia son las mafias, no porque se hayan quedado allí sino porque desde allí se dispersaron por el mundo. Cuando acumular es sagrado y todo vale para alcanzarlo, tarde o temprano sucede lo que denuncian estas noticias, es decir, que los que hacen las leyes para tener el monopolio de la expoliación y del robo, ladrones legales, crean sus contrapartes, que solamente pueden robarles violando esas leyes, para acumular ellos y ellas también. Era inevitable, ya venía sucediendo, pero ahora que los ladrones legales y los ilegales se van pareciendo cada vez más en métodos, tecnologías y procedimientos, porque siempre han sido iguales en sus fines, estos juegos y denuncias públicas y airadas solamente representan un ajuste público de cuentas internas en las que pretenden meternos para ganarse el favor de la opinión pública.

Es lo que hacen cada vez que están en campaña. Denuncian, exigen, exclaman, señalan, se horrorizan, prometen y se movilizan, para presionar estratégicamente y conseguir un recurso de poder específico. En Colombia y en México lo sabemos desde cuando el Plan Colombia se instauró y ahora, con la experiencia acumulada se exportó y nos une en sangre y miseria como pueblos hermanos. Slim y Guzmán no están juntos solamente en Forbes. El modelo económico transnacional se ajusta en el contexto de la crisis y ese ajuste impone el control de recursos esenciales, redes de transporte y comercio, sectores financieros, productivos, mercados, medios de comunicación y territorios de imaginarios, gobiernos, sistemas legales, juntas directivas y cárteles (dos denominaciones distintas para lo mismo), agencias multilaterales y redes transnacionales, procesos electorales, ejércitos y el complejo militar industrial, cargos y puesticos, ONGs, cooperación internacional, el sistema transnacional de denuncias restringidas y sin análisis de las violaciones de derechos humanos que no exponen ni las ganancias ni los motivos de las violaciones, discursos, entretenimiento y mucho terror, propaganda, políticas y partidos de todas las denominaciones y pelambres.

Se está ajustando el sistema-mundo a punta de muerte y de fuerza. A fuerza de mentiras y leyes y robos. Estamos en la transición hacia el mundo desde el barrio hasta el Club Bildenberg. La mafiosidad se consolida en cárteles legales e ilegales. Sobra gente, faltan mercados y recursos. Habrá que exterminar a quienes no se someten, pero también a quienes sobramos. Guerra contra las drogas, guerra en Iran, guerra en Irak, desastres "naturales", epidemias y vacunas, sed, hambre, desplazamiento masivo, fin de la energía, monocultivos de agrocombustibles, piratas y mafias. Eliminar masivamente a quienes sobramos. Consolidar el poder y la fuerza con alianzas temporales y terror. Encubrir para robar, robar para encubrir.

Si, no hay duda, los cárteles se roban entre ellos. Cierto. Es inevitable. Pero mucho más cierto es que nos roban a todas y todos , lo mismo que a la Madre Tierra. Porque se trata de resistir a todos los cárteles y al sistema. No de ver a cual de las mafias nos metemos.

Mientras acumular sea sagrado, el robo será la ley. Por eso nos están matando. Si la vida fuera sagrada, estaríamos de pie y luchando en lugar de estar tragando tanta basura. Las montañas que le arrancan a la madre tierra para volverlas lingotes y collares, seguirán siendo montañas cuando a las mafias de la codicia que llamamos economía las reemplacemos con el sagrado sacramento de la vida que no tiene precio ni se puede acumular. Son ellos, o somos nosotros. Pero hoy en día, es difícil reconocernos y diferenciarnos. ¿Quienes son ellos y quienes nosotros? A nombre de la izquierda se explotan las minas, se invierte en el mercado, se privatiza o se somete a los movimientos sociales, se ungen en ceremonias indígenas a presidentes asesinos, se cambian las agendas de lucha por agendas de mercado y se privatiza todo. Uno entra en los cárteles también con el discurso de la revolución. Lo únicos a los que no compran es a quienes no tienen precio, así estén en la cárcel. Quienes no son ladrones, pues no roban jamás. Los 34 Mapuches lo demostraron.

"Si la Madre Tierra no nos tiene como interlocutores,

quién la va a escuchar y defender?"

Kevin Papatie, indígena Algonquin.

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